Un día quise dar con este periodista, empecé a buscarlo, la búsqueda se puso interesante, me senté a escribirla, en el capítulo 5 conseguí su teléfono, en el 14 me animé a llamarlo, en el 30 saqué pasaje (tenía que hacer avanzar la historia), en el 45 le llegó a Campanella justo cuando tenía que viajar, terminé trabajando con él. En el 76 arribé a Sevilla, en el 83 lo puse contra las cuerdas y la aventura continúa... (Vivir para escribirlo luego porque la realidad supera la ficción).
martes, 21 de junio de 2016
Capìtulo 95 "Final"
La autora de este blog se suicidó porque para algunos locos escribir es cuestión de vida o muerte. (Sigue en el 96, postmortem)
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Ojalá seas la primera entrevista del loco cuando vuelva a su colina.
ResponderBorrarVolverá y seguirán sus pájaros cantando...
BorrarWell done, doña Marina.
ResponderBorrarWell done, doña Marina.
ResponderBorrarYou think so, Amparo?
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