Y ya vamos a ir redondeando porque acá lo que importa es lo important-- ¿Qué? ¿Cómo que vamos a ir redondeando? ¡¿Cómo que así sin más va a colgarnos la galleta, Marina?! ¿Y la tensión? ¿Y la fusión? ¿La pasión y el despiporre de los obstáculos? ¿La sotana y el precio de la cebolla? ¿La señorita Quintero? ¿Se ha molestado por algo? ¿Ha habido agarrada de pelo? ¿Platos (o platós) por el aire? ¿Patadas, desmayo y gritos? ¿Infidelidad, despelote y celos? ¿Menage a trois? ¿Ne me quitte pas? ¡Por favor denos el alimento! ¡Queremos el melodrama! ¿Y sabe qué? Habiendo casi liberádome de la necia necesidad de acumular megusteos podría tener el tupé de caerle mal, de aburrirla, de no gustarle en absoluto y mandarla a buscar la fusión a la plaza de Catalunia, pero (puta palabra)… habiendo casi no significa habiendo, y después de semejante viaje juntas, me refiero a Marina y yo, no voy a dejar el hilo sin la putada:
Un tipo difícil... |
Atiende ella (la otra) el teléfono de él, le dice que ahora están en el teatro, que él está ocupado pero quiere verla antes de que se vuelva a Buenos Aires, que los espere en la casa que ellos ya van para allá. Marina agarra el paraguas a devolver, mete en el morral unos disparates que escribió para hacer en el teatro y sale para la casa (de él). Cuando llega se sienta en las sillas de afuera del bar de la esquina y entrega su cara al sol. Y es después de eso que descubre los mails. Cuatro o cinco diarios españoles le habían publicado la crónica de Almodovar del Río: “Desde Argentina tras los pasos de Quintero y Gala”, la habían titulado en el diario Expreso del Sur… Suspira ella, debiera sentirse emocionada pero solamente suspira, suspira y piensa que posiblemente sea de las que fracasan al triunfar.
Un tipo cool... |
Continuará...
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