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Se queda mirándome largos segundos. Me tiembla el cuerpo pero creo que no se nota. A lo lejos un trueno condimenta la escena. Pasa una pareja caminando de la mano, discuten sobre algo estúpido que es sobre lo que suele discutir la gente, nos miran un momento en silencio y vuelven a lo suyo. No sé si está por reírse, llorar, insultarme, besarme o-- Pasa, me invita de manera cortés. Cierra la puerta sin hacer ruido. Recuerdo la noticia del diario de chismes ABC escrita por la pobre (anti) periodista Beatriz Cortázar, si por ella fuera este palacete estaría vendido hace año y monedas… Y pobre usted que le creyó, y pobre que lo retuiteó, y pobre el loco que casi se mata luego en su camioneta gracias a ella y a usted…
La sigo escaleras arriba, el silencio en la colina es sepulcral. Me parece mentira estar de nuevo acá. El ascensor en dónde me di cuenta de que él es apenas poco más alto que yo; a la derecha el cuarto repleto de videos en VHS en dónde cavilamos con ella cómo hacer para que ese material de oro no se perdiera… Puertas, pasillos, misterio… Llegamos al primer piso, ahora se escucha una televisión encendida escaleras arriba. Con una seña me pide que la siga. Pasamos por una enorme cocina, coge una fruta si te apetece, me susurra mientras va marcando su teléfono móvil nuevamente, evidentemente anda con líos y yo jodiendo, como siempre. Agarro una banana chiquita y sintiéndome una abusadora serial también una manzana roja y es que hoy no comí, recuerdo... Entre preparar la charla Quinteriana, la mujer que cuida a mi mare y sus vicisitudes, mi tía y que qué le dice al plomero que cambió el caño y no pasó a cobrar antes de que yo me venga… Quilombos made in Argentina y mis ovarios al plato, se llamará la road movie.
Me indica entre señas que entre a la pieza, ella se queda afuera hablando por su teléfono. Y ahí es que la veo: apoyada contra el gran sofá, La noche estrellada. (Sigue)
Continuará...
Un día quise dar con este periodista, empecé a buscarlo, la búsqueda se puso interesante, me senté a escribirla, en el capítulo 5 conseguí su teléfono, en el 14 me animé a llamarlo, en el 30 saqué pasaje (tenía que hacer avanzar la historia), en el 45 le llegó a Campanella justo cuando tenía que viajar, terminé trabajando con él. En el 76 arribé a Sevilla, en el 83 lo puse contra las cuerdas y la aventura continúa... (Vivir para escribirlo luego porque la realidad supera la ficción).
lunes, 20 de noviembre de 2017
Capítulo 151 "Bésame mucho"
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