viernes, 16 de febrero de 2018

Capítulo 220 "Embrollo digno"

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Rocío me mira cada tanto desde la cocina y yo espero, ni se me ocurre ponerme a pensar en lo que pasó y menos en Aquello otro, lo del la Nochevieja mientras la ausencia de la Otra. No es momento. Se supone estoy harto contrariada por lo de la chica que cuida a mi mare etc. Pero por momentos se me cruzan algunas imágenes, dios mìo, lo que una es capaz de hacer por el despecho, ¿no? Suspiro. Espero al telèfono con las indicaciones exactas que me acaba de dar el abogado del loco, con el guión practicado y los nervios de punta, a que la chica que cuida a mi mare me llame por el whatsapp para ver cómo arreglamos el entuerto. Tendrìa que partirte un rayo si dios existe porque te estàs portando como el culo, deberìa decirle, a lo que ella podrìa responderme que dios me la mandò por lo que le hice a la Gitana en la Nochevieja o porque la metì en el blog sin permiso y a sabiendas de que eso la pone muy nerviosa porque es tanr recatada y reservada y yo vengo y la meto en una novela reality, justo a Ella.

Jesús trabaja concentrado en su proyecto, desde que llegué lo veo ensimismado con ese asunto. Rocío, la nombro como si ya fuera de la familia, está cocinando tortilla de papas, vestida con sus encajes y en patas. Vivió ocho años en Nueva York, es escenógrafa y bioquímica, trabajó para un laboratorio y entonces anduvo un poco allá y otro poco acullá. Habla porteño genialmente, me dice che vos a propósito. Su casa quedaba en una de las avenidas mas cool de la gran manzana, a pocas cuadras de lo de Woody Allen. Una vez se lo cruzó, me contò màs tarde, Woody iba con su trompetita (que es un clarinete, le dije, pero le importó un carajo) camino a dar su concierto de los lunes a The Carlyle, el tío camina las seis cuadras entre su casa y el hotel, me lo contaba asombrada, como si caminar fuera cosa de algunos humanos y de otros no. Me mostró la foto que tiene en el móvil con èl. Ella lo vio caminando y no lo podìa creer, se fue atrás de él, entrò y se le puso a charlar. Èl no le dio mucha bola pero pudo ver el concierto, medio de afuera, porque no hay entradas hasta el año 2026 más o menos. ¡Què genial!
Todo esto pasó anteayer pero lo escribo en presente porque se me da la gana. La mina estuvo en Manhattan con Woody Allen y ahora está haciendo tortilla de papa en patas, con el vestido de encaje que se le llena de olor a frito y al parecer tiene una relaciòn bastante cercana con el señor protagonista, me cae bien.

El presente presente es que mi mare ha ido a parar a una residencia ayer mismo hasta que yo vuelva porque la esposa de mi padre me dijo que no podía dejarla con una nueva chica sin conocerla, que me iban a pasar lo mismo de nuevo, y mi amiga milagrosa ya empieza a trabajar etc. Así que ayer me la pasé hablando con ella, con mi madre, que se siente rara porque vivió setenta y ocho años en su casa y ahora, de pronto, está en otro lugar, con otra gente, y yo estoy lejos... Es cerca de la casa de ella el lugar pero es un lugar extraño. Y es horrible darse cuenta de que el pasado va quedando cada vez más lejos, se va muriendo todo allá atrás, se va secando. El pasado es como un desierto àrido, espantoso. Me la pasé hablando con ella y llorando sola en la terraza de la colina y hablando con el abogado del Loco y luego con el abogado de mi padre y con mis tías... Un digno despelote de final de obra porque ahora sí que la cosa no da para más… Hay asuntos que no puedo resolver desde acá, lo escribo con la garganta hecha un nudo marinero:
Rocío producciones
La psicópata evangelista la dejó unos días sin su medicación psiquiátrica y mi madre se descompensó, la chica estaba muy ansiosa por tomarse sus vacaciones. Hubo que llamar al Same, parece que esas faltas de memoria que tenía eran por la medicación mal administrada así que hubo también que pagarle a un psiquiatra privado y también dijo el médico que estaba mal alimentada. Empecé a dar Shiatsu para paliar los gastos pero la situación me pide a gritos el regreso. Rocío será mi segunda paciente, en un rato, argentina, me dijo recién mientras nos ponía delante una picada con todos los chiches. Y por un lado tengo que agradecerle que me dio la vida, sí, y le estoy muy agradecida, pero ahora me la está quitando, me tengo que volver para cuidar de ella y no quiero, me voy a morir allá… Le digo al Loco con el corazón en la mano. Él me mira y hace silencio. Me suena el teléfono, pego un salto de los nervios porque para asegurarme de escucharlo le puse la música de Crónica TV, miro el display, no es la chica que cuida a mi mare, no, es Ella, es mi Gitana. (Sigue)

Continuará...


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