Fernando |
Porque también me contaron que los genios tienen ese tipo de problemas, Fernando, que sus cabezas están en cosas importantes entonces le pifian al lenguaje, a la ortografía, al sentido común, viste, se ponen todos los días la misma ropa porque no se les ocurre perder tiempo en esas nimiedades de andar eligiendo la camisa esta o aquella, la cabeza tiene por día una capacidad limitada de toma de decisiones, ¿sabías eso vos? No es mi caso, claro, no soy genio, en todo caso genia, pero alguien alguna vez me lo había comentado a esto, seguro para que me sintiera menos peor, por lo de mi ortografía que desde chiquita me pasa... Le preguntaba a mi mamá desde mi pieza cada palabra que tenía que escribir, si iba con B o con V, con H o sin H, ahora, entre nosotros, ¿para qué mierda sirven las reglas ortográficas? ¿Qué carajo te importa a vos si yo escribo farza o farsa? ¿Te importa a vos eso, Fernando? ¿Insipiente y no incipiente? ¿Elije y no elige? Esta última es para hacer pisar el palito a los boludos, ¿o no? ¿Por qué elige si después es elijo? Yo a vos te quiero mucho, pero ¡¿no es ganas de jodernos la vida esos pelotudos de la academia que no tienen un carajo que hacer, Fernando? ¡NO SE ESCRIBE ASÍ, SE ESCRIBE ASÁ, FERNANDO! Ahora, escuchame, no me interuumpas que se me va, ahora incluso dicen estos boludos de corbata que la curiosidad es deseo que tiene una persona de conocer o averiguar un asunto ajeno que no le concierne o no es de su incumbencia, y no me contradigas porque lo busqué en el diccionario de la RAE. ¿Puede ser alguien tan pelotudo, Fernando? (Sigue)
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