Si no termino con Pineda en jail le pego en el palo. |
Respiro jondo, siento cómo el pecho se va abriendo, el humo entra y sale por los bronquios, las sienes me laten y un regimiento de patricios me camina adentro de los oídos. ¿Por qué no vuelve con sus amigos a las mesas y me deja morir en paz? En un rato va a amanecer. ¿Y qué voy a hacer yo sin Ella? Sin su amparo. En este lugar que no es el mío. Sigo mirando hacia la puerta a ver si entra, cada vez que escucho pasos el corazón me da un salto, pero a medida que pasa el rato se va transformando en saltito, en desesperanza, en me quiero morir ahora si total pa qué... Él baja las persianas si dejar de explicarme cosas y con razón anda con una mujer de cuarenta, que una veterana no tendría cuerpo que le aguante... Paradójicamente mirarlo me da serenidad. ¿Por qué hay gente que llega así a los ochenta y mi mamá está que se cae a pedazos? Si le tocó la grande en la lotería: es blanca, heterosexual, académica, burguesa, de River Plate... ¿Qué problema puede haber tenido pa llegar como llegó? ¿Será que no descubrió su destino? ¿Será que se pasó la vida queriendo hacer lo que no debía? ¿Será que estoy haciendo yo lo que debo y quiero? (Sigue)
Continuará...
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