Capítulo 287 "Cama camera"

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Tuvo que vestirse y bajar, hacía frío y estaba lloviznando, bajó los dos pisos puteando a los cuatro puntos cardinales, el timbre sonaba, no de manera desaforada pero sonaba, de paso aprovechó y se encendió un cigarrillo, es lo único que no le soporto, el olor inmundo desde que se levanta, a dormir con otro humano ya me acostumbré hace rato... Ojo, no se vaya a creer que también ando de jarana con Begoña, eh, no, dormimos en camas marinera, distintas, claro, yo arriba, porque soy medio claustrofóbica y porque el calorcito de la estufa se viene para ahí. Así que no vaya a pensar bien, que lo menos que soy es fiestera y disfrutadora de vida yo, lo de la de Ibiza fue una locura, la primera y la última y lo de la Gitana es… era... fue amor con todas las letras, amor de esos que si duran mucho más de lo que duran te terminan acabando; y fue… es una crisis de identidad que todavía me dura, que todavía no acepto, que estoy esperando me abandone para volver a la normalidad.

¿Normailidad, aónde tasido?

Abrió y era ella, Rocío, con su cartera floreada y una cara de cansada… Preguntó por Marina, la argentina, que yo le había dicho que podía venir y justo andaba cerca etc… Yo no le dije nada pero me dio cosa, nunca pensé que la iba a volver a ver, tras esta noche boleada, tras esta locura ya casi olvidada y el despelote de Paquita y la ambulancia y mi curación y tanta agua que había pasado bajo el puente... Había pasado ya incluso lo del mensaje fallido a la Innombrable y todo el despelote que se armó con eso y Sonia y la mar en coche... ¿Vos hubieras pensado que la mina se podía llegar a manejar novecientos kilómetros para verte? ¿De un tirón? ¿Sola? ¿Con lluvia? ¿Alguien que nunca dejó traslucir nada salvo lo de esta noche, bajo los efectos de la sustancia? Ahí me quedé dura, absorta, ahí me di cuenta del metejón que se había agarrado conmigo, recién entonces, y un poco ayudó Begoña, que me miró con una cara cuando bajé, cara de ¡qué hermosa historia de amooooor!, mezclada con cara de culo por el madrugón imprevisto.

Sí, yo también siento que me estoy curando, quizá ahora dejes de tener necesidad de preguntar huevadas a todo el mundo vos, no te rías, te digo en serio, tarado, no te rías que te arrugás, Susana Giménez se ríe seria, por esa cuestión de las arrugas, viste... Y vos tocás muy lindo el pianito, sabés de todo, qué hermosa la habitación como la pusiste, se nota que lo queres mucho a tu amigo, tan grande y esplendorosa, cuando querés son un gran tipo, gracias por todo, che. A veces, muy de vez en cuando, creo que la vida vale la pena. ¿Cuánto hace que son amigos ustedes dos? ¿Son amigos? Pero no es mi responsabilidad, ¿o sí? Que ella crea que me necesita, que ella crea que no puede vivir sin Marina. Que se cruce España en auto para verme. ¿O sí? ¿Que alguien te ame te da cierta responsabilidad? ¿O es un tema del otro por completo? ¿Che, no quieren ir a desayunar? Me picó el bagre. (Sigue)

Continuará...